Día 293: Class of 2012, you'll be remembered.

El final se acerca y yo no acabo de asumirlo, o al menos eso pasaba hasta ayer. Pero empiezo por el principio. Estas últimas dos semanas ha sido todo un poco crazy. Entre los examenes finales, las últimas assemblies, graduation practice, yearbooks, mirar que todo el papeleo esté en orden, el Track&Field banquet e intentar disfrutar al máximo de cada cosa, poco tiempo he parado en casa.
El sábado pasado, o hace dos, ya no me acuerdo; Jamie, Kate y yo hicimos un triatlón. A mi tocaba nadar, Jamie correr y Kate andar en bici. El problema apareció cuando me dijeron que era a las 8.30am. A quién le apetece levantarse a las 7.30am un sábado? A los americanos, porque a mí no! Si es que yo a esas horas aún no soy persona. Pero para mi sorpresa al llegar estaba más que despierta y me lo pasé genial. Cuando acabamos Kate, Christa y yo nos fuimos a ver "yard sales" un rato. Estos son los típicos mercadillos americanos en los porches de las casas donde la gente vende las cosas que ya no utilizan y no quieren guardar: ropa, libros, muebles, accesorios... hay todo lo que te puedas imaginar.

Splash and Dash Triathlon 

Sobre el high school simplemente decir que siempre he tenido ganas de acabar con el curso hasta este año, que a pesar de la euforia contagiada de mis amigos por la graduación, yo no quería que se acabase tan pronto!
El viernes anterior ha sido "senior sluff day" (significa que los seniors se saltan las clases y se van a hacer una actividad por su cuenta) y por consiguiente la mayoría de mis clases estaban desérticas, el lunes fue Memorial Day, así que no tuvimos clase. El martes nos dedicamos a firmar yearbooks (el primero y último que tendré), y yo me fui con los seniors a la graduation practice (aunque yo no podía graduarme, estuve toda la mañana de risas con ellos). Por la tarde tuvimos la cena de despedida de Track&Field (atletísmo) y por la noche me fui a dormir a casa de una amiga. Miércoles por la mañana las notas estaban ya puestas, así que no había un alma en el edificio. Katelyn fue a una reunión de la National Honor Society mientras yo me despedía de mis profesores, recogía las cosas últimas cosas de mi taquilla, y decía adiós a esos enormes pasillos que me ya me conozco con los ojos cerrados. Puesto que aunque seguía siendo un día de clase, casi nadie estaba en el high school, decidimos irnos al cine con un grupo de amigos. Llegamos allí como 45 minutos antes de que la película empezara, pero pasaron volando entre las carreras en las escaleras, contorsionismo por encima de los asientos, "concierto" de música y alguna que otra tontería más.

Track&Field Banquet

Izquierda a derecha: Lindsey, Shanna, Kaitlin, Chalet, yo.

  Part of the girls Track&Field team (Izquierda a derecha: Lanna, Harriet, Mitzi, Kaitlin, Shanna, Chalet, yo y Wendy)

Miércoles 30 de 2012 ha sido la graduación de la mayoría de mis amigos. Una graduación típica americana, son sus capas, sus gorros, sus momentos emotivos, discrusos, diplomas... Ojalá en España se hicieran así, en serio, no tienen punto de comparación. Pero sin duda lo que más me ha sorprendido han sido los discursos. Aquí en los states tiene los llamados "Valedictorians",  son premios que se le dan a los mejores estudiantes de la promoción, aquellos que desde Middel o Elementary School (no estoy muy segura) han tenido todo A's (10), que son "modelos a seguir", que participan en los proyectos de los servicios comunitarios, etc. Generalmente solo son una, dos, quizás tres personas las que llevan este premio, pero en mi instituto este año han sido veinte! Y aunque la tradición dice que cada Valedictorian debe dar un discurso, no era plan de hacer veinte; así que escogieron solo a tres (dos de ellos amigos míos). Pero mi mayor sorpresa llegó de la mano de sus discursos, dos de los mejores discursos que he escuchado en mi vida en cualquier acto de clausura. No eran ni demasiado correctos ni demasiado ñoños, no era en plan tablón de tuenti ni  tampoco como un discurso de campaña política. Ambos discursos con muy diferentes enfoques, pero ambos increíbles. He pasado todo el curso en varias clases y clubs con estas dos personas y nunca me habría imaginado las dotes que tiene para esto de la escritura. Quién me diera a mí!
(Las fotos las cuelgo en otra entrada que no las tengo en este ordenador)

Pero bueno, después del ajetreo, toca disfrutar. El PTA (Parent-Teacher Association) organizaba una fiesta en el instituto desde las diez de la noche a las cinco de la mañana. Cinco de la mañana, común en España, salvajada en los states (excluyendo the big cities, of course). Porque en los sitios pequeños la regla no escrita es: pasada medianoche, pasa cenicienta pa' casa!
La fiesta, diferente a la española a más no poder, fue igual de divertida. Teníamos fotomatones con disfraces, dos de los profesores más graciosos leyéndonos la fortuna, inchables para practicar saltos mortales, paseos en limusina, el toro mecánico, una espectáculo de hipnosis graciosísimo, y un montón de sorteos (dos iPads, una tele de plasma, una x-box, un portátil, dos bicis, un sillón puff que Brandon estuvo paseando toda la noche y un montón de gift cards más).
Y por supuesto, la noche estuvo acompañada de flashes que luego se convertirían en fotos con todas las personas con las que un día habías empezado esa aventura llamada "high school", y de las que ahora te tenías que despedir por un tiempo, quizás para siempre. Porque aquí las cosas no funcionan de la misma manera, no es decir, yo me voy a estudiar a Coruña y tu a Vigo y nos vemos los findes de semana, o incluso si te vas a otra comunidad autónoma; no, aquí se van a la otra punta del país, y aunque no se quiera aceptar, muchas veces la distancia es el olvido. Pero aún teníamos horas de disfrutar antes de volver a la realidad de la situación, aunque bailando y repasando todas las canciones que han marcado este año 2011-2012, las horas prácticamente volaron! El final fue sin duda épico, con la perfecta canción para la situación: We are young. De repente todo el mundo se va a la pista de baile a fundirse en una mega-abrazo mientras cantamos la letra de la canción que tantas y tantas veces había sonado en el instituto durante este año. Poco a poco ese cúmulo de gente se fue desaciendo hasta formar un círculo que invadía todo el lunch room y seguimos cantando hasta el último verso, cuando todo el mundo corrió al centro a gritar 20-12 (el año de su promoción) durante al menos cinco minutos.
Así acaba mi experiencia en un high school americano, y personalmente, no me imagino una mejor forma de acabar, pasando una de las noches más graciosas de mi vida junto a mis increíbles mejores amigos de este lado del charco. Creo que ni yo misma de doy de cuenta de lo mucho lo que los voy a echar de menos.

Las fotos no son de muy buena calidad, para ser exactos son de calidad móbil, pero es que no he querido llevar la cámara porque para andar saltando y bailando de un lado para otro, pues era un poco incómodo, como bien comprederás. Cuando suban todas las fotos a fb las descargo y las cuelgo, mientras os quedáis con las que ha subido Kristi esta mañana!
Ahora me voy, que en un par de horas me marcho a tierras Seattlenses! Y ya de paso si no contesto a mensajes ni nada no es que me haya muerto, simplemente estoy ocupada :)